El presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, ha convocado una asamblea constituyente para de este modo iniciar la construcción de una nueva constitución. Así se presenta en la noticia de El Mundo: "Maduro intenta calmar las aguas del chavismo con un dudoso referéndum" , en la cual se expone la intención del mandatario de realizar el referéndum consultivo en el cual el pueblo decidirá si quiere una reforma a la constitución.
Hay que mencionar, además que, una reforma constitucional como tradición política en la mayor parte del mundo se da por: un cambio de régimen, ruptura histórica o una manifestación mayoritaria de exigencia de cambio histórico; no obstante, ninguna de estas situaciones se esta dando en Venezuela, así que, ¿Por que en este momento? Pues bien, como el politólogo Fernando Miles afirma que: "anular definitivamente a la Asamblea Nacional e impedir las elecciones solo por el hecho de que las perderá. Es un intento, en fin, para imponer sobre suelo venezolano el orden político vigente en Cuba, en Siria y en Corea de Norte".
Resulta evidente que una nueva constitución creada bajo el gobierno de Nicolas Maduro no es la solución que responde a las necesidades del país o de las personas, por lo que esta medida solo representaría una distracción en la cual y, en base a las encuestas realizadas en el último mes: "confirman el rechazo de la mayoría del país a la maniobra ingeniada por Maduro para mantenerse en el poder. Según Hercón, el 79,9% no tiene intención de participar en estas elecciones previstas para finales de julio. Además, el 75,5% teme que Maduro usará la nueva Constitución para instaurar el modelo cubano en Venezuela." (El Mundo, 2017).
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