En el articulo del New York Times: " ¿Por qué Brasil está estancado en el caos político otra vez?", se establece que en términos de ciencia política: "...lo que sucede en Brasil es un ejemplo de cómo las “islas de honestidad” en los sistemas corruptos —como los fiscales independientes y los tribunales con voluntad y autoridad de imponer el Estado de derecho— pueden chocar con redes de corrupción atrincheradas, lo que a la vez provoca esfuerzos de las élites políticas por protegerse a sí mismas, y llega a estropear estos mismos esfuerzos." así mismo, utiliza el concepto de transición pactada para dilucidar la situación, finalizando con la posible consideración del marco en el que el sistema político tenga que ser reestructurado.
Brasil actualmente enfrenta una etapa complicada, puesto que, como medida de limpieza sería necesaria la reorganización del sistema político- como se afirma en el articulo- justo como sucedió en Singapur; país que ocupó el puesto 7 en el Índice de percepción de la corrupción del 2016 con 84 puntos (Datos Macro, 2016), sin embargo, se corre el riesgo de que el sistema termine por derrumbarse por completo tal como sucedió en Italia con la investigación "Manos limpias". Conviene subrayar que, a pesar de que el riesgo sea significativo, en este punto de la coyuntura el cambio se convierte en la única solución viable, en vista de que el pueblo ha manifestado claramente su deseo de que el presidente Michel Temer deje el cargo o sea destituido esto, unido a los diferentes actores que como consecuencia de la investigación ya han sido judicializados (Luiz Inácio Lula de Silva, Eduardo Cunha).
